HIJO DEL CUERPO:
Mi padre sirvió en la Policía Municipal de nuestra ciudad por más de cuarenta años, y finalmente se jubilo de sargento en dicho cuerpo; yo recuerdo como mencionaban es “hijo del cuerpo” y en mi pequeñez no entendía muy bien lo que esto quería decir. Siempre he estado muy orgulloso de mi padre por su trabajo y sobre todo por la forma tan profesional de hacer “ las cosas bien hechas”; recuerdo que le hicieron un homenaje en vida y después en su muerte y funeral también le dieron los honores de un gran hombre y un gran profesional de la policía.
Ahora después de veinticinco años de su fallecimiento y ante vuestro testimonio, y el ministerio que estáis llevando a cabo hermanos : Me llena de gozo que seáis “ HIJOS DEL CUERPO “ porque formáis parte del cuerpo más sublime y maravilloso del que se pueda formar, y ese no es otro que el cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo. En esta semana meditaba en un pasaje que nos cita el apóstol San Pablo en la epístola a los Romanos y dice en el capítulo trece verso uno “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.”; y en el verso seis “ …. porque son funcionarios de Dios, dedicados continuamente a esto mismo. “Pienso meditando en este pasaje que sois hermanos de doble honor, por un lado el honor de pertenecer al Cuerpo del Eterno, con todas las bendiciones que ahora recibimos y las que eternamente recibiremos en su Gloria; y por otro lado el honor de poder ser en esta tierra funcionario de Dios y establecido por el mismo Dios para que personas como yo, queridos hermanos, podamos vivir tranquilos y confiados de que vosotros estáis cuidando y protegiendo nuestras vidas y las de los nuestros.
Muchísimas gracias por vuestra labor y que Nuestro Amado Señor os bendiga y prospere a cada uno en su ciudad, para que el testimonio de vuestras vidas pueda atraer a otros a los pies de Cristo.
José Carmelo Rodríguez Barragán
Iglesia Cristiana Adonai. Algeciras
